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¿Sabías que México es uno de los países con mayor cantidad de serpientes venenosas en América? Si no tenías idea de este dato, hoy te compartimos los tres principales géneros de estos reptiles y sus especies, con los que descubrirás un poco más de la biodiversidad del país que debemos conservar. ¡Sigue leyendo!

 

Serpientes de cascabel

Una de las clases más comunes de serpientes en México es la conocida como cascabel, perteneciente al género Crotalus, llamado así por el crótalo o cascabel que poseen en la cola. Este tipo de serpiente es venenosa, pero solo ataca cuando siente peligro; algunas de las especies más sobresalientes son:

Palanca (Crotalus Ravus)

Serpientes venenosas en México: palanca
La serpiente “palanca” forma parte de la cadena alimenticia de aves rapaces como el águila.

Su tamaño va de los 40 hasta 70 centímetros y su piel posee varias tonalidades de gris y café. Normalmente su hábitat se localiza en bosques y pastizales de los estados de Morelos, Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Tlaxcala y Guerrero.

Se alimenta de pequeñas especies como aves, roedores y reptiles.

Víbora de cascabel cola negra (Crotalus Molossus)

Serpientes venenosas en México: cascabel cola negra
La CONABIO afirma que las serpientes de cascabel benefician a los ecosistemas.

Tiene presencia en gran parte del país y por ello, las serpientes del norte muestran algunas diferencias con respecto a las del sur: en el caso de las primeras, la piel es oscura con tonalidades verdes y naranjas, así como de 20 a 40 parches o “manchas” romboidales; en cuanto a las del sur, conservan matices de café claro, grisáceo y poseen de 24 a 34 parches.

Ambas especies comparten características similares con respecto a la alimentación: consumen lagartijas, roedores y mamíferos medianos como la zarigüeya o conejos.

Cascabel de Tláloc (Crotalus tlaloci)

Serpientes venenosas en México: cascabel de Tláloc
Esta especie recibe el nombre de Tláloc, deidad mexica y teotihuacana del agua.

A diferencia de las especies anteriores esta serpiente, cuyo nombre refiere a la deidad azteca del agua, no presenta manchas romboides, sino círculos irregulares de color café y bordes negros que sobresalen en su alargada anatomía.

Se alimenta de mamíferos pequeños, aves y lagartijas; además de que se le puede encontrar en los estados de México, Morelos, Guerrero, Michoacán y parte de Jalisco. Desafortunadamente la CONABIO ha catalogado a la cascabel de Tláloc en peligro de extinción.

 

Coralillos

Las serpientes de coral se distinguen por el colorido de su piel con matices como negros, rojos, blancos y amarillos. Por lo general son delgadas y llegan a medir en promedio de 45 a 60 centímetros de largo; de acuerdo con Live Science, los coralillos contienen en su veneno neurotoxinas potentes que causan la muerte de sus presas. En México se encuentran las siguientes especies:

Coralillo del Balsas (Micrurus laticollaris)

Serpientes venenosas en México: coralillo del Balsas
La coralillo del Balsas tiene su ciclo reproductivo en temporada de lluvias.

A lo largo de sus escamas presenta bandas de color negro, amarillo o blanco y no mide más de 70 centímetros. Realiza sus actividades a plena luz del día y se desliza en la cuenca del río Balsas, afluente que corre por los estados de Michoacán, Guerrero y Puebla.

Coralillo Sonorense (Micruroides euryxanthus)

Serpientes venenosas en México: coralillo sonorense.
Esta serpiente se ha adaptado a ambientes muy calurosos y se aloja en troncos u hoyos.

Sus tres colores están acomodados de la siguiente manera: rojo-amarillo-negro-amarillo-rojo, siendo el amarillo el más constante en su anatomía. Tiene actividad nocturna y vive en zonas áridas de Sonora, Sinaloa, Baja California y Chihuahua.

Está considerada por la SEMARNAT como especie bajo amenaza.

Coralillo de la Sierra Madre Oriental (Micrurus bernadi)

Serpientes venenosas en México: coralillo de la Sierra Madre
La coralillo de la Sierra Madre Oriental disfruta de climas húmedos como los de Veracruz y Puebla.

Esta coralillo tiene como matiz principal al rojo, intercalado con anillos negros y amarillos. Su nombre común deriva de la zona montañosa de la que proviene que se extiende entre bosques y selvas húmedas de Hidalgo, Puebla y Veracruz.

Comen lo mismo que las de cascabel, solo que, a diferencia de estas, son capaces de ingerir coralillos falsos, un tipo de ofidios semejantes a las coralillos que no poseen veneno.

 

Nauyacas

Otro género de reptiles ponzoñosos en el país son las nauyacas (Bothrops). Su denominación proviene de dos palabras nahuas, nahui que quiere decir cuatro, y yacatl, nariz. También se les conoce popularmente como “cuatronarices” o “serpiente de terciopelo”.

Una de sus peculiaridades son las fosetas loreales u orificios que detentan en cada lado de la cabeza, los cuales ayudan a localizar presas de sangre caliente. De las nauyacas que existen en México, se encuentran:

Nauyaca de árbol manchas amarillas (Bothriechis aurifer)

Serpientes venenosas en México: nauyaca de árbol
Chiapas es un estado megadiverso y la nauyaca de árbol forma parte de dicha riqueza natural.

También llamada cantil verde debido a que su piel tiene como color principal al verde. Esta serpiente habita en los bosques de niebla de Chiapas y la frontera con Guatemala.

Suele deslizarse por los árboles y su comportamiento es tranquilo, siempre y cuando no sea atacada. Está considerada como especie bajo amenaza.

Víbora de cuernitos mexicana (Ophryacus undulatus)

Serpientes venenosas en México: víbora de cuernitos mexicana
Una especie única y que a simple vista, impresiona debido a la posición de sus escamas.

Llega a medir de 60 a 70 centímetros de largo y se le llama “de cuernitos” por las escamas levantadas que están arriba de los ojos y que simulan unos cuernos. En el resto de su anatomía conserva algunas escamas alzadas que llegan a confundirse con espinas y sus tonalidades van del verde, pardo, hasta el gris con algunas manchas de café claro.

Habitan en bosques de los estados de Hidalgo, Puebla, Guerrero y Veracruz.

Tepocho (Atropoides nummifer)

Serpientes venenosas en México: tepocho
Esta especie también es conocida como “mano de piedra” y se le puede encontrar en países de Centroamérica.

La serpiente mano de metate tiene su cabeza grande, mide alrededor de 80 centímetros y presenta una mezcla de colores pardos, siendo los de sus rombos los más claros. A lo largo del día están enrolladas, prefieren cazar por la noche y aman los ecosistemas boscosos de San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Oaxaca y Puebla.

También se le llama nauyaca saltadora, ya que puede saltar en el aire, especialmente cuando caza a sus presas.

Ahora que ya conoces a las 9 serpientes más venenosas de México, te invitamos a ser parte de su conservación. Si te encuentras con alguna serpiente de cascabel, coralillo o nauyaca, no la ataques, mantén una distancia considerable y llama a Protección Civil para que la dependencia correspondiente se haga cargo.

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Bibliografía y fuentes

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