Las tortugas marinas son tan antiguas como los continentes, pues fueron capaces de sobrevivir ¡hasta la caída de un meteorito! Por eso siguen surcando los ecosistemas marinos, manteniéndolos limpios y en equilibrio. Te invitamos a descubrir sus principales características, hábitats, comportamientos y acciones para conservarlas. ¡Sigue leyendo!
¿Cómo evolucionaron las tortugas?
Las tortugas marinas son de las escasas especies prehistóricas en la tierra. Algunas investigaciones apuntan a que existen desde hace más de 210 millones de años y que, a través de los siglos, han evolucionado con tal de sobrevivir a sus entornos y depredadores.
Tienen dos antepasados importantes: la Archelon, una especie que, de acuerdo con la Enciclopedia Británica, vivió hace 100 millones de años y medía 3.5 metros de longitud; y la Ctenochelys acris, reptil de menor tamaño que existió en el periodo Cretácico. Sus fósiles han sido encontrados en costas del Atlántico estadounidense.
De ellos derivaron los siete géneros de tortugas marinas que existen en la actualidad. Todas ellas comparten algunos rasgos que te mencionamos a continuación.
Características generales de las tortugas marinas
Regresan a las playas donde nacieron
Cuando es momento de desovar, las hembras regresan a las playas donde nacieron. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) afirma que muchas de ellas se guían a través de los campos magnéticos que posee la tierra. Los machos, en cambio, nunca salen del agua salvo para sacar la cabeza y respirar.
Estructura de las tortugas
Sus caparazones son complejos, ya que están formados por más de 50 huesos fusionados. También, todas las especies carecen de dientes, pero tienen bocas con picos compuestos de queratina, el mismo elemento del que están hechas tus uñas.
Grandes viajeras del mar
Seis especies de quelonios se avientan kilométricos viajes entre océanos y mares de todo el mundo, con el fin de conseguir alimento y reproducirse. Eso sí, evitan las aguas de los continentes Ártico y Antártico. Se tiene registro de que una tortuga laúd hembra viajó de Indonesia hasta Estados Unidos, es decir, ¡alrededor de 19,000 kilómetros!
Devoción por las tortugas
Gracias a sus miles de años en la tierra, estas han sido respetadas y veneradas por diversas culturas antiguas. En Mesoamérica, los mayas tenían unas deidades que sostenían el cielo en cada uno de los puntos cardinales y uno de sus rasgos era un caparazón en la espalda; mientras que los mexicas las asociaban con diosas de los nacimientos.
Son longevas
En realidad, es difícil confirmarlo con certeza, pero la WWF da un estimado general de 50 años o más para algunas especies, aunque la esperanza de vida promedio puede alcanzar hasta los 75 años, ¡la misma que tiene el ser humano!
Es momento de saber un poco más a fondo de cada especie de tortugas marinas que se encuentra en los mares, ¡descúbrelas ahora mismo!
Las siete especies de tortugas marinas en el mundo
Tortuga verde (Chelonia mydas)
Llega a medir alrededor de 160 centímetros de largo y, según datos de National Geographic, puede alcanzar un peso de hasta 300 kilogramos.
En cuanto a su ciclo de vida, el Monterey Bay Aquarium asegura que cuando los huevos eclosionan, las crías avanzan hacia el mar durante la noche, guiados por el reflejo de la luna y casi siempre en grupo.
En sus primeros años de vida, este reptil consume algas, pastos marinos y medusas, pero al crecer se vuelven herbívoros.
¿En dónde se le puede encontrar?
Existen dos subespecies de tortuga verde:
- Tortuga verde del Atlántico: se distribuye en las costas de Europa y América del Norte.
- Tortuga del Pacífico Oriental: se localiza en un amplio margen costero que va desde Alaska hasta Chile.
Tortuga laúd (Dermochelys coriacea)
Los expertos consideran que estos quelonios son los más grandes que existen en el planeta al medir hasta dos metros y lograr casi una tonelada de peso. Gracias a la corpulencia, son capaces de adaptarse a las aguas frías que pueden encontrarse en sus travesías.
Ya que hablamos de sus viajes, la tortuga laúd es una de las más migratorias al moverse principalmente en los océanos Atlántico y Pacífico, aunque también hay reportes de su presencia en el mar Mediterráneo.
A diferencia de otras especies, tiene un caparazón flexible y suave al tacto, además de no contar con escamas, córneas ni uñas.
¿En dónde se le puede encontrar?
Investigaciones en torno a sus conductas viajeras arrojaron que las laúd adultas navegan en el norte entre Canadá y Noruega, mientras que en el sur lo hacen entre Nueva Zelanda y las costas de Sudamérica.
Tortuga caguama (Caretta caretta)
También conocida como tortuga boba, se caracteriza por tener en su piel matices rojos y amarillentos, cabeza grande de forma triangular y dos uñas en cada una de sus aletas delanteras. Su longitud oscila entre los 76 y 122 centímetros, mientras que su peso alcanza hasta los 115 kilos.
Posee un par de fuertes mandíbulas con las que puede aplastar y digerir diversos alimentos como moluscos, crustáceos, corales, peces y hasta sargazo.
Como dato curioso de la tortuga caguama, las hembras regresan a las playas donde nacieron gracias a los “campos magnéticos” invisibles de la tierra. Cada tramo y costa tienen diferentes niveles de magnetismo y estas son capaces de recordarlos.
¿En dónde se le puede encontrar?
La arribazón de tortugas caguamas es común en playas del Mediterráneo, dentro de países como Grecia, Turquía o Israel. También puede llegar a costas del Caribe mexicano, el golfo de California, el oriente de Sudáfrica y el Triángulo de Coral, zona marina del sudeste asiático.
Tortuga lora (Lepidochelys kempii)
Es catalogada como una de las tortugas marinas más pequeñas al medir como máximo 70 centímetros y contar con un peso de 45 kilogramos en la edad adulta. En cuanto a la apariencia su piel, caparazón y extremidades presentan matices blancos y oscuros.
Nada en aguas poco profundas, esto le permite sacar la cabeza regularmente para respirar y, de nuevo, sumergirse con el fin de buscar alimento como plantas marinas, cangrejos y algunas medusas.
Uno de los comportamientos más sorprendentes de la tortuga lora es su arribo a playas del golfo de México como Rancho Nuevo, en Tamaulipas. Allí, durante los meses de abril a junio, las hembras llegan para desovar durante el día; poco tiempo después, las crías nacen por la noche y enseguida se dirigen al mar para iniciar una nueva vida.
¿En dónde se le puede encontrar?
Esta especie navega principalmente en el Atlántico, desde Canadá hasta Venezuela. Prefiere las aguas cálidas del golfo de México y, por lo tanto, sus arribazones ocurren tanto en la playa Rancho Nuevo como en Texas. También hay indicios de su llegada a las costas de Marruecos y el mar Mediterráneo.
Tortuga golfina (Lepidochelys olivacea)
Emparentada con la anterior especie, la tortuga golfina no es tan grande, ya que la máxima longitud que alcanza es de 70 centímetros y su peso, de 50 kilos en la etapa adulta. Su caparazón tiene varias tonalidades verdosas.
Una curiosa habilidad que tiene es dormir bajo el agua durante dos horas sin ahogarse, además de que puede nadar en profundidades de hasta 150 metros.
En materia de reproducción, la tortuga golfina se aparea en el océano y cuando la hembra desova en las playas, suele dejar de 50 a 200 huevos en el nido. Si los huevos se mantienen calientes durante la incubación nacerán más hembras, de lo contrario, nacerán más machos.
¿En dónde se le puede encontrar?
Los especialistas señalan que la tortuga golfina se distribuye entre las aguas cálidas del Atlántico sur, el Pacífico y el océano Índico.
Tortuga de carey (Eretmochelys imbricata)
Este reptil marino conserva un caparazón muy singular al tener diversos colores y estampados en forma de conchas. Llega a medir hasta 90 centímetros y tener un peso que no sobrepasa los 70 kilos.
Es bastante glotón y, por eso, puede convertirse en un importante depredador. De acuerdo con Oceana.org, la carey visita los arrecifes para conseguir su alimento como esponjas y otros invertebrados, algunos de ellos con importantes niveles de toxinas.
Sin embargo, esta no sufre daño alguno, pues su grasa corporal absorbe los elementos tóxicos, los cuales sí son peligrosos para el ser humano, en caso de que consuma la carne de la carey.
¿En dónde se le puede encontrar?
Por lo general, la tortuga de carey habita en las aguas tropicales de los océanos Atlántico, Índico y Pacífico.
Tortuga plana (Natator depressus)
A diferencia de las seis especies anteriores, la tortuga plana es la única que no navega en los océanos del mundo, solo se limita a las aguas de Oceanía. Por lo anterior, el Departamento de Agricultura, Agua y Ambiente de Australia la cataloga como especie endémica.
Mide casi un metro de longitud en su pleno desarrollo, llega a pesar 90 kilos y se alimenta de pepinos de mar, moluscos, crustáceos y medusas que captura en los arrecifes de coral.
Debido a la gran biodiversidad que posee Australia, las tortugas planas deben enfrentarse a grandes depredadores como los tiburones, cocodrilos de agua salada (los más grandes del mundo) y peces de gran tamaño.
¿En dónde se le puede encontrar?
Únicamente en las aguas del norte de Australia, aunque, para conseguir alimento, puede navegar algunos cientos de kilómetros en los mares de Arafura, Banda y Timor.
¿Cómo se reproducen las tortugas?
Como ya te contamos, las tortugas viajan miles de kilómetros para conseguir alimento o reproducirse. Durante estos trayectos inician los cortejos: el macho toca las aletas de la hembra, rasguñándolas o bien, mordiendo un poco el cuello, si ella corresponde, él se sube al caparazón e inicia la copulación, que regularmente ocurre cerca de las costas.
La hembra puede aparearse con varios ejemplares, es decir, los huevos resultan ser de varios padres. Ella desova semanas después del acto reproductivo, casi siempre en temporadas cálidas, a excepción de la laúd, quien lo hace en otoño e invierno.
Cuando es momento de crear el nido, utiliza sus aletas posteriores, capaces de cavar un pozo de hasta un metro de profundidad. Poco a poco, ella lanza sus huevos que tienen una textura de papel o de cuero, por esta razón, no se rompen. Dicho proceso suele durar entre una y dos horas.
Una vez concluido el proceso de desove, la mamá tortuga regresa al mar y nunca vuelve a saber nada de sus crías, pues estos ejemplares no tienen comportamientos familiares como los humanos u otras especies.
Estado de conservación
Lamentablemente, todas las especies de tortugas marinas están en peligro debido a diversos factores:
Para la WWF, quedarse atrapadas en redes de pesca es la mayor amenaza que afrontan los quelonios. Con el fin de evitarlo, autoridades comerciales de Estados Unidos han implementado normas para prohibir ciertos materiales de redes y palangres que las capturan.
Los residuos plásticos representan una problemática de salud. Se estima que el 50 % de tortugas marinas han ingerido bolsas, pues llegan a confundirlas con medusas; las botellas y otros productos que se quedan en las playas impiden la anidación y trayecto de las crías hacia el océano.
El cambio climático aumenta la temperatura de las playas, propiciando que los huevos se calienten y nazcan más hembras, desproporcionando los sexos en las especies; también ocasiona el incremento gradual de tormentas y huracanes que arruinan los nidos por completo.
La caza furtiva con el objetivo de obtener huevos (considerados como “afrodisíacos” en algunos países), carne, piel y caparazones que se venden a precios exorbitantes es otra razón para cuidar más de ellas.
Las tortugas marinas en México
¿Cuántas especies llegan al país?
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), seis de las siete tortugas ya mencionadas arriban a playas mexicanas, estas son:
- Tortuga verde
- Tortuga laúd
- Tortuga caguama
- Tortuga lora
- Tortuga golfina
- Tortuga de carey
La situación geográfica de nuestro territorio, entre dos océanos, permite que una gran variedad de quelonios llegue a diversas playas nacionales a lo largo del año. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) indica que las tortugas marinas llegan a los siguientes estados del Pacífico: Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas; mientras que, por el lado del golfo de México y el Caribe, arriban a Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Zonas de protección para las tortugas
Para cuidarlas de amenazas, principalmente humanas, el gobierno mexicano declaró a varias playas como zonas de reserva y sitios de refugio, algunas de las más relevantes son:
Playa El Verde, Sinaloa
Es un destacado campamento tortuguero al que arriban tortugas como la golfina, laúd y carey. Además de la playa, también se encuentran manglares de gran importancia para el medio ambiente.
Playas de Mismaloya, Teopa y Cuitzmala, Jalisco
En estas playas del Occidente mexicano se protege tanto a las tortugas marinas como a las aves y cocodrilos de la región.
Playa La Escobilla, Oaxaca
Considerada como uno de los santuarios tortugueros más importantes del continente, aquí llegan durante varias temporadas miles de golfinas para desovar. Se localiza cerca de Puerto Escondido y Huatulco.
Playa Isla Contoy, Quintana Roo
Paradisiaca isla que se encuentra dentro del Gran Arrecife del Caribe Mesoamericano, por lo tanto, es un punto importante de reunión para los quelonios que buscan alimento en los corales.
Playa Mexiquillo, Michoacán
Aquí se cuida a las especies golfina, verde y laúd. El centro de cuidado fue establecido por la Universidad Nacional Autónoma de México y se encuentra en el municipio de Aquila, en donde también hay otras playas cuyos pobladores protegen a los ya mencionados reptiles.
Playa Piedra de Tlacoyunque, Guerrero
El campamento tortuguero de este sitio protege a la golfina y laúd. Debido a su cercanía con una zona montañosa, es posible encontrar monos araña, ocelotes y hasta caimanes en los manglares cercanos.
Como pudiste ver, las tortugas marinas son muy importantes para el entorno marino y con cualidades únicas. De ti depende generar conciencia para cuidarlas y, sobre todo, admirarlas por sus grandes trayectos con varias finalidades, una de ellas, generar nueva vida para perpetuar su existencia por otros millones de años más.
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